Una de las actividades que más placer nos produce compartir con nuestros hijos es el juego. Es cierto que ellos son una fuente inagotable de energía, a la hora de jugar, y a nosotros nos cuesta seguir su ritmo, pero esos momentos en los que podemos dedicarnos a ellos y a sus juegos son especiales, divertidos, de aprendizaje mutuo y de refuerzo del vínculo afectivo.
Pero, ¿es realmente importante el juego en el desarrollo de nuestro hijo?.
IMPORTANCIA DEL JUEGO
A pesar de lo que nos pueda parecer a simple vista los niños no juegan solo para divertirse, juegan para aprender. La experimentación y la práctica en el juego les hace empezar a conocer y a entender el mundo que les rodea. De igual manera, estimula los sentidos, especialmente vista, tacto y oído, y también pone en práctica la coordinación y otras facultades.
Ya desde pequeñitos, ni siquiera hablan todavía, y son capaces de coger sus muñecos blandos, bloques de construcción o cualquier objeto que caiga en sus manos y experimentar con él. Seguro que recordáis algún momento en el que vuestro/a hijo/a ha cogido una pinza de la ropa o un vaso de plástico y lo ha chupado, mirado, tirado contra el suelo, lo ha pasado de una mano a otra, etc. En definitiva, esos maravillosos momentos en los que pasan mas de 10 minutos entretenidos y nos permiten sentarnos y descansar (no por mucho tiempo, está claro).
¿Y qué está consiguiendo con ello? Aprender. Está poniendo a prueba, experimentando, conociendo lo que le rodea y perfeccionando sus habilidades. Es fantástico verles crecer y ver cómo van necesitando retos cada vez mayores y juguetes más elaborados (no me refiero a juguetes mas sofisticados, caros o autónomos, si no a juguetes que les supongan un desafío, un reto mayor).
¿Te parece suficiente justificación para darles su espacio y momento para jugar?. Pues todavía hay más.
Si hay algo que me encanta del juego es cómo potencia su creatividad. De repente, una caja de zapatos se convierte en un autobús, una casa, una cuna, una cesta de frutas, etc., ¿muy divertido, verdad?, pero lo verdaderamente importante es que les está permitiendo pensar de una manera diferente; ante un mismo objeto consiguen ver multitud de opciones de diversión. ¿Y para qué les va a servir?, para desarrollar el “músculo” de dar soluciones diferentes ante un mismo problema, que en su vida adulta les será de mucha utilidad.
Cuando mi hija comenzó a ser un bebé mas independiente y a interesarse por los objetos que le rodeaban, me gustaba darle objetos de diferentes colores, texturas y tamaños (siempre adecuados a su edad y que no supusieran un peligro, por supuesto). Cometí el error, de madre primeriza, de comprarle tal vez demasiados juguetes para que tuviera opciones de experimentación y juego. Y digo error, porque la realidad es que la mayoría de los juguetes suponen una fuente de sobreestimulación con tanto color y música y lo único que consiguen es que nuestros hijos terminen cansados, irritados y sin interés por seguir jugando.
¿QUÉ BENEFICIOS PODEMOS OBTENER DEL JUEGO?
Es muy importante en la formación de su personalidad.
Permite al niño conocer el mundo y adaptarse a él. De esta manera podrá desarrollar la capacidad de comunicarse.
Enriquece la imaginación.
Desarrolla la observación, ejercita la atención, la concentración y la memoria.
Teniendo en cuenta estos beneficios, lo primero que debemos tener en cuenta es que hay que dejar que sea el niño el que tenga el impulso de coger aquello con lo que quiere jugar y experimentar. ¿Por qué? Porque es lo que hará que realmente disfruten de la actividad, a la vez que favorece que vayan ganando terreno a la hora de ser autónomos, les permitimos ser más creativos y, lo más importante… nos permite observarles. El juego nos dará mucha información acerca de la personalidad de nuestro hijo/a, sobre sus sentimientos y emociones, sobre cómo se relaciona con los demás y, cuando son un poquitos mas grandes, nos permitirá conocer cómo es su vida cuando está en el colegio, con sus compañeros y profesores. Es una maravillosa fuente de información que no debemos perder de vista.
«El juego es la mejor herramienta para acercarse a sus hijos»
RECOMENDACIONES A LA HORA DE JUGAR
¿Cuántas veces has escuchado a tu hija/o pedirte que vuelvas a jugar a médicos (te tocará ser siempre el enfermo), a las casitas, a superhéroes, etc.? Seguramente, durante una temporada, todos los días hasta que decide cambiar de juego. En mi caso, siempre era a las casitas y las reglas estaban perfectamente definidas por mi hija, por supuesto.
Bien, el jugar repetidamente al mismo juego, aunque para nosotros sea tremendamente aburrido (lo mismo que leer el mismo cuento todas las noches) es necesario y debemos apoyarlo. Para ellos, la repetición quiere decir que hay algo que aún no han cerrado, que ha quedado pendiente y hasta que no lo resuelvan tomarán la iniciativa de querer volver a ese juego una y otra vez. Lo sé, es agotador, pero necesario.
También es recomendable que no intentemos imponer nosotros las reglas del juego, sería contraproducente. Como ya he comentado, el juego tiene una finalidad y si nosotros imponemos cómo se desarrolla, perderemos todos los beneficios que he comentado en el apartado anterior. Y también por algo obvio, te dirán que eres un/a mandón/a y no querrán jugar contigo.
Algo que me veréis comentar muy a menudo es la importancia de elogiar a nuestros hijos cuando están haciendo algo bien (de manera sincera y cuando ha habido un esfuerzo, no hacerlo siempre, por defecto). En este caso, es algo que no podemos desaprovechar. Cuando están haciendo un esfuerzo por armar un puzzle o por hacer un perro de plastilina, es un momento fantástico para elogiar el esfuerzo que están haciendo. No sólo reforzaremos la seguridad en sí mismo sino que le iremos inculcando lo positivo que es esforzarse y que, con práctica, se obtienen estupendos resultados.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de la lectura. Leer un cuento poniendo voces, con marionetas o haciendo actividades al acabar la lectura, es también una forma de jugar y que nos permitirá también fomentar este maravilloso hábito.
Y, como última recomendación, te propongo que crees un espacio de juego, donde todo esté a mano y tu hijo/a pueda ponerse a jugar con lo que quiera o cambiar de actividad si así lo prefiere. En la foto que te muestro a continuación, tienes un ejemplo de un espacio de juego que propuse para un taller de juego con niños de 12 a 36 meses. Te invito a echar mano de tu creatividad y hacer tu propio modelo.

Como puedes ver es una zona libre de peligros, con diferentes actividades para que ellos decidan a dónde quieren ir y con diferentes objetos que, libremente, decidirán cómo usar. Aunque no se aprecia en la foto, también había una parte con tesoros escondidos que debían descubrir. Este espacio puede adaptarse a diferentes edades, combinando los juguetes y juegos que les gustan con objetos nuevos, para poner a prueba su curiosidad.
En el video que pongo a continuación podéis encontrar algunas claves sobre cómo organizar un espacio estilo Montessori.
A MODO DE RESUMEN
Nuestros hijos disfrutan muchísimo de esos momentos en los que les prestamos atención y el juego es un momento excepcional para estrechar lazos afectivos con ellos.
Además, debemos ser capaces de ofrecerles juguetes y juegos variados y originales, por lo que te animo a ejercer una especial atención sobre:
- Configurar el escenario de sus juegos: la clave es sugerir nuevas tareas o variantes del juego, mejorar su desarrollo, ofrecer posibilidades de ampliación o conexión con otras actividades que contribuyan a afianzar los aprendizajes.
- Favorecer en los niños la expresión y la comunicación en el desarrollo de sus juegos.
- Crear un ambiente relajado, acogedor, de libertad, donde mostremos una actitud de ayuda, sin sobreprotección y donde el niño pueda experimentar.
- Ajustar los tipos de juego a las posibilidades de los niños, comenzando por juegos que impliquen tareas más sencillas y que el niño sienta que puede realizarlas y le despierte el interés por seguir descubriendo.
- Organiza el juego partiendo de situaciones de la vida real y de los requerimientos de su entorno; a los niños les gusta encontrar semejanzas entre la fantasía de sus juegos y la realidad.
- Observa atentamente el proceso del juego.
Y ahora, sólo queda reservar un ratito con tu peque y… ¡¡¡a disfrutar!!!.
Te puede interesar:
Qué fantástico contenido, Esperanza. ??
Qué importante es el juego para el desarrollo y qué poquito se fomenta últimamente… Estaría genial que este post pasara por los ojos de muchos docentes y muchos padres. ??Enhorabuena, compañera. ??
Muchas gracias, David!! yo también creo que el juego es fundamental, incluso para nosotros, los adultos. Saludos!!!